Estructuras cooperativas

Tal como se indica en el programa CA/AC de la Universidad de Vic, la finalidad última del uso de las estructuras cooperativas en el aula es que el alumnado sea autónomo en la elaboración de cualquier actividad, sin la necesidad de depender de los demás. Por ello, “Los maestros y las maestras, los profesores y las profesoras, deberán estar especialmente atentos con los participantes menos autónomos; procurarán que dispongan de la ayuda necesaria –por parte de sus compañeros y compañeras y de los propios formadores-, pero no más de la necesaria, para que no se acostumbren o acomoden a este apoyo de los demás, ni mucho menos se aprovechen, abusen, para nada de él. Hay que exigirles que hagan solos lo que pueden hacer solos, y que se esfuercen por hacer las cosas cada vez con más autonomía.


El objetivo del uso de las estructuras cooperativas es evitar que, dentro de un grupo de trabajo, haya alumnado que quiera abarcar con todo el protagonismo de la actividad y al final acabe realizando todo solo/a. Por ello es importante que las estructuras cooperativas se utilicen tal como están descritas y que, incluso, al inicio se apliquen de forma estricta y marcando cada uno de los pasos. De esta forma se conseguirá que el alumnado interiorice los pasos a realizar y que la estructura aplicada se utilice de forma correcta por cada uno de los grupos. De este modo, conseguimos que todos los miembros sepan que “deben de esforzarse y han de tener la oportunidad de participar y realizar sus tareas individualmente (participación equitativa) y deben esforzarse a dar su opinión, intervenir, ampliar o corregir lo que dicen los demás, etc. (interacción simultánea).

Para saber si lo que hacemos en el aula son actividades cooperativas, deberemos analizarlas a partir de las siguientes preguntas extraídas del programa CA/AC:
  • ¿Hasta qué punto, organizando la actividad como la hemos organizado (es decir, utilizando la estructura de la actividad que hemos utilizado y aplicándola tal como en la práctica la han realizado los participantes), todos los estudiantes han participado activamente en ella y de forma equitativa, o al menos han tenido la oportunidad de hacerlo?; ¿todos han aportado algo de su parte y han sido responsables de la misma?
  • ¿Hasta qué punto, a lo largo de la actividad, han tenido la oportunidad, o la necesidad, de interactuar, interpelarse, discutir, corregirse, argumentar y defender su punto de vista y/o aceptar el punto de vista de los demás?

Si la respuesta a ambas preguntas es afirmativa, la estructura de la actividad utilizada es cooperativa. Si no es afirmativa (aunque sólo sea una de las dos respuestas), no es cooperativa, o sólo lo es en apariencia.

Así que vamos a ver algunas estructuras cooperativas que se pueden empezar a aplicar de forma muy rápida y sencilla:

1-2-4 (Think-Pare-Share)
  1. El docente plantea una pregunta a todo el grupo.
  2. Momento 1: individualmente, cada alumno/a, debe dar respuesta a la cuestión planteada (ya sea por escrito o mentalmente).
  3. Momento 2: por parejas, se hace un intercambio de las respuestas y se conforma una respuesta conjunta entre los dos.
  4. Momento 4: se juntan dos parejas para formar un equipo de cuatro para intercambiarse la respuesta conjunta del “momento 2” y conforman una nueva respuesta a partir de las respuestas de las dos parejas.

Rompecabezas o Jigsaw
  1. El docente prepara un texto informativo y lo divide en partes, más o menos igual de largas, y con sentido por si mismos.
  2. Se reparte cada una de las partes a los miembros del grupo (a cada uno le toca una parte distinta) y cada miembro lee individualmente.
  3. Cada miembro del equipo debe prepararse para enseñar y explicar el texto leído con sus palabras.
  4. Cada miembro explica la parte que le ha tocado leer al resto del equipo, asegurándose que todos los han entendido correctamente.
Esta estructura puede tener una variante en la que se introduce, entre el paso 3 y el 4, el grupo de expertos, en el que los alumnos que les ha tocado leer el mismo fragmento de texto, se reúnen para compartir ideas/dudas y unificar la forma en que se explicará al grupo inicial el texto.

Haciendo un poco de cambios, esta estructura se puede ampliar para que, en lugar de empezar con la lectura de los textos antes definidos, sea el alumnado quien, a partir de la investigación de un tema, tenga que responsabilizarse de buscar información, de esta forma cada miembro del grupo sería responsable de una parte del tema de investigación.


Folio giratorio

  1. El docente plantea una pregunta al grupo (las partes de, las fases de una secuencia, las características de, ejemplos de...) o la elaboración de un texto (un cuento, lo que se sabe sobre un tema, la explicación de un suceso, las ideas principales de un texto…).
  2. Cada grupo tiene un folio en blanco, y uno de los miembros del grupo es el encargado de iniciar la respuesta a la cuestión planteada. Antes de escribir deberá verbalizar la respuesta que dará y el resto del equipo debe estar de acuerdo para que la pueda escribir.
  3. A continuación, el folio va girando en el sentido de las agujas del reloj, para que cada uno de los miembros del equipo contribuyan con la respuesta a la cuestión planteada.


Bibliografía

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